El período que atraviesan los cafeteros es, económica y socialmente, muy difícil. El precio internacional, definido por los oligopolios que controlan el mercado del grano en la bolsa de Nueva York es, escasamente, de US$ 1 dólar con 18 o 20 centavos la libra. Veinte centavos de dólar menos de lo que se vendía, hace 29 años, cuando se rompió el Pacto Internacional de Café -primera medida del “Libre Comercio”- que afectó las familias caficultoras del mundo para beneficiar pocos y poderosos monopolios que, día a día, concentran el negocio de torrefacción, comercialización y distribución de café y que llevó a la crisis de ingreso que condujo a la exitosa lucha por la condonación de la deuda cafetera, en 1996.
Durante los años 2012 y 2013 los cafeteros organizaron y realizaron el gran paro cívico cafetero nacional para exigir un precio remunerativo y estable. Ganaron importantes subsidios que permitieron a miles de ellos continuar con su actividad. Hoy, el precio interno, continúa en caída libre. La depreciación en el mercado mundial y la revaluación del peso hace que, se determine un precio interno que, además de volátil, es inferior a los costos de producción. Precios de 720 mil pesos por carga para cafés de calidad excelsa son ruinosos. Miles de productores no alcanzan a vender a precios que compensen los costos de producirlo y miles son afectados por efectos del cambio climático en amplísimas regiones de la nación.
Texto tomado de: http://www.yoamoelcafedecolombia.com/2018/03/22/comunicado-de-dignidad-cafetera-despues-de-reunion-en-armenia/